Capítulo IV
–No eres una puta. Hiciste lo necesario para sobrevivir. Así que nunca vuelvas a pensar eso –gritó Iscer en medio de un ataque de ira para después soltarla.
La mujer cayó al suelo como un peso muerto e Iscer, tras apretar los puños con fuerza, abandonó la sucia casa para volver con sus compañeros.
#Fragmento #Novela #Romance #Aventura
Disponible en Amazon